Foto: Josep Renalias

Javier es un lugar turístico por su valor histórico y artístico. Además es la cuna de San Francisco Javier, Santo Jesuita. Este hecho lo convierte en un punto de peregrinación y encuentro religioso.Javier es un Santuario, un lugar tranquilo, sosegado, donde se respira paz. Aquel que lo visita enseguida lo percibe, lo siente, lo palpa. Es un lugar especial. San Francisco Javier atrae numerosas personas de todo el país y de todo el mundo, muchas de ellas con un espíritu religioso. Vienen por devoción, por un intensa fe... En algunos casos, el fervor llega hasta las tierras del sur que convierten su visita en una ruta religiosa donde por supuesto está El Santuario de Javier. A continuación dos rutas de turismo religioso que se contemplan continuamente.

Javier, paso hacia Lourdes
Son numerosas las personas que realizan de forma anual esta pequeña ruta que engloba tres Santuarios, y curiosamente de tres países diferentes. Hay quien comienza en Portugal, en el Santuario de Fátima. Sigue en España con la visita a Zaragoza y el Santuario de la Virgen del Pilar. El punto de descanso y enlace entre España y Francia es El Santuario de Javier, cuna de San Francisco Javier, lugar de descanso y meditación.Francia está cerca y el Santuario de Lourdes a escasas 3 horas y media.

Loiola - Javier - Manresa
Ruta religiosa jesuítica. Parte de la Cuna del fundador de los Jesuitas, San Ignacio de Loiola, y desde allí el viajero descansa en Javier, cuna de su gran Amigo y también Sacerdote Jesuita San Francisco Javier. Desde Allí el Viaje culmina en Manresa, lugar donde fruto de intensas meditaciones y reflexiones finalmente se constituye la Compañía de Jesús.

Complejo Monumental del Santuario de Loyola
El complejo monumental del Santuario de Loyola es un elemento clave del turismo religioso en el País Vasco. Lo componen una serie de edificios erigidos entorno a la casa torre de los Loyola, casa natal de San Ignacio de Loyola, hoy en día conocida como la Santa Casa, la Basílica de Loyola, dominada por una cúpula y precedido por un amplio pórtico decorado en estilo churrigeresco, modalidad exuberante del barroco español. Empezó a construirse en el S. XVII y fue inaugurada en 1738, en honor a San Ignacio.

Cueva de Manresa
Cueva natural enclavada en la roca pero con una vista frontal de la montaña de Montserrat. Dice la tradición que san Ignacio de Loyola se retiró una temporada para meditar y escribir sus célebres Ejercicios Espirituales. Con los años, una sencilla cuevecilla se ha convertido en el edificio más monumental y fastuoso de la ciudad. Sobre la cueva se ha levantado literalmente un gran santuario, que ha indiscutiblemente devenido en el lugar ignaciano por excelencia y en uno de los referentes universales del mundo jesuítico.